El peregrinaje hospitalario de Aitana –una niña aragonesa de 11 años–
comenzó al mes de nacer debido a la cardiopatía que padece y por la que
ha sido intervenida en once ocasiones. “Una de las operaciones duró 20
horas”, rememora Luis García, el padre. Pese a la atención médica, la
salud de la pequeña empeoró en 2008 tras sufrir dos recaídas. La
ausencia de la vena que une el corazón con los pulmones impedía que la
niña llevara una vida normal y dificultaba su crecimiento. Consciente de
la gravedad de la dolencia, esta familia de Tarazona de Aragón
(Zaragoza) no se arredró, tampoco cuando los especialistas emitieron el
peor de los diagnósticos: no había solución para Aitana. “Por mediación
de un médico contactamos con Pedro del Nido [jefe de cardiología del
Hospital Infantil de Boston]. Le envié un correo electrónico y a los 15
minutos me respondió que él sí era capaz de reconstruir las venas de mi
hija”.
Aitana pudo viajar con su familia a Estados Unidos en marzo de 2010
gracias a lo recaudado en distintos actos solidarios. A esas alturas,
con el pulmón derecho apenas al 20 por ciento de su capacidad, el
cardiólogo Del Nido les anunció que la niña precisaría no de una, sino
de tres intervenciones quirúrgicas, con lo que el importe del
tratamiento también se triplicaba. “La vida de Aitana vale 600.000
euros, a razón de 200.000 euros por intervención”. Una cantidad
aproximada porque cada día de hospitalización adicional sale por “unos
3.500 dólares” [alrededor de 3.000 euros], puntualiza Luis. La familia,
que tiene otros dos hijos y que carece de ingresos, no ha dejado de
luchar por “una sonrisa de Aitana”. “Durante el tiempo que permanecimos
en Boston, mi hija engordó cinco kilos y creció 28 centímetros. Al
tercer día de salir del quirófano, se recorrió la planta –rememora
emocionado el progenitor–. Antes iba a todas partes con ‘su amiga’, la
silla de ruedas, ahora es capaz de bajar escaleras”.
La necesidad les obligó a aguzar el ingenio, por lo que, entre otras
iniciativas, han optado por poner en marcha una recogida masiva de
tapones de plástico. En apenas cinco meses ya han recaudado 175.000
euros. “Conseguimos el apoyo de más de cinco millones de personas; es la
primera vez que una campaña de este tipo se convierte en internacional.
Recibo correos electrónicos desde Estados Unidos, de Canadá, de
Argentina, de Reino Unido. Hay personas que vienen de vacaciones y se
traen los tapones. La repercusión con internet es impresionante”,
subraya.
Tapones de plástico duro de cualquier tipo de envase (leche, zumo,
detergente…) son aptos para este reciclaje solidario, ya que las
empresas especializadas en tratamiento de residuos pagan en torno a 300
euros la tonelada de un elemento de uso cotidiano.
DESDE EL CENTRO NOS HEMOS SUMADO A ESTA CAMPAÑA CON LA RECOGIDA DE TAPONES DE PLÁSTICOS, ES ALGO SENCILLO DE HACER Y PODEMOS PONER NUESTRO PEQUEÑO GRANITO DE ARENA.
EN EL CENTRO HEMOS ADECUADOS DOS RINCONES SOLIDARIOS PARA LA RECOGIDA DE ESTOS TAPONES, QUE ESPEREMOS SEAN MUCHOS.
HAY UNO EN EL EDIFICIO DE INFANTIL, EN EL PORCHE.
Y OTRO EN EL EDIFICIO PRINCIPAL DE PRIMARIA, EN LA ENTRADA.
ESPERAMOS VUESTRA COLABORACIÓN,
ENSEÑEMOS LA SOLIDARIDAD SIENDO SOLIDARIOS.